semblanzas-de-mary

23 de Noviembre de 2006




Articulo 1º

Hace ahora unos cuatro años ocurrió algo en mi vida que la cambió para siempre así como mi manera de ver las cosas. Con esto no quiero justificar ninguna de las opiniones que voy a ir expresando en este blog pero sí explicar qué las ha creado y condicionado. Como la experiencia a la que me estoy refiriendo le puede pasar a cualquiera, voy a referirlo aquí, con el afán de que aquellos a quienes ya les ha pasado se sientan menos solos, mas comprendidos y que las personas que tratan con ellos o ellas traten de entenderles.

Vereis, estaba yo una noche de finales de Octubre viendo la tele después de cenar. Mi marido ya se había acostado, cosa rara porque normalmente yo soy la primera en irme a la cama pero aquel día ¡Cosas de la vida! fue al revés. El caso es que como a las doce y media comencé a pensar que me estaba mejor en la cama. Me levanté y me fui hacia la puerta del salón pero cuando di el siguiente paso mi pierna derecha parecía haberse convertido en humo, no en una masa de músculo y hueso, por lo que vi que me fallaba como apoyo. Entonces alargué la mano derecha hacia el pomo de la puerta para tratar de sujetarme pero ¡Ocurrió lo mismo. Mi mano paso junto a la puerta tan ineficaz como la de un fantasma!

Antes de que me diera tiempo de pensar qué estaría ocurriendo me vi en el suelo. El golpe fue muy fuerte, ya que no utilicé las manos para pararlo. Me golpeé en la sien y el hombro derechos. Como pude, llamé a mi parido para que me ayudase a levantarme, cosa que no sé aún por qué ni se me ocurrió intentar. En aquel momento pensamos que tal vez se me había dormido el pié y que me había fallado la mano al intentar agarrarme a la puerta. Nos dormimos, mi marido me preguntó al día siguiente si me encontraba bien y se fue a trabajar pero cuando yo me levanté tres horas después, salí de la cama y me miré en el espejo no pude evitar soltar un grito: Mi cara aparecía tumefacta, como la de un boxeador al que le hubieran dado una buena paliza, el ojo derecho se me había hinchado y cerrado y todo ese lado de la cara estaba morado. Me dolía mucho el hombro y en general toda la zona que me había golpeado al caer.

Llamé a una buena amiga que me acompañó al hospital. Me preguntaron si era un caso de malos tratos, tal era mi aspecto. Ante mi negativa, se limitaron a hacerme radiografías y comprobar que no había ninguna fractura, solo el golpe.

Al día siguiente cuando acudí el médico para que me recetase algún antiinflamatorio, etc, me dijo que el hombro iba a necesitar rehabilitación. Me dieron fecha para mas tres meses después, a finales de febrero.

Si alguno habeis tenido que hacer rehabilitación ya sabeis lo que ocurre: todos llegamos contando cómo nos lesionamos. "Me caí de una escalera en casa", "Yo me resbalé jugando al tenis" "Pues yo me pegué contra un bolardo cuando iba a cruzara la calle...." etc. El caso es que cuando yo conté lo de mi caída, la fisio que me atendía me dijo: "Oye, Mary Nieves, puede que yo esté equivocada pero eso que tu estás contando es totalmente lo que en medicina llamamos "Un ictus momentáneo" (Para entendernos; un infarto cerebral que dura unos segundos). Yo me quedé preocupada pero la chica me siguió diciendo: Mira, voy a hacer que te vea la doctora de esta sección a ver qué opina. La doctora me preguntó si me había visto un neurólogo. Como dije que no, continuó: Vaya a su médico de cabecera y que le mande al neurólogo. Mas vale salir de dudas porque si es lo que parece, puede ser muy grave.

Y aquí empezó la pesadilla: llegué a la consulta del neurólogo a las 9 de la mañana. Me sometió a un interrogatorio en que respondí a todo que noy llamó una colega suya. Ambos me observaban como a un raro especímen. ¡"Fíjese,-decía él y además sin síntomas"! Yo miraba a ambos y no entendía nada...

El caso es que me envió a cirugía vascular y casi hasta las dos de la tarde se me estuvieron peloteando entre ambas consultas hasta que terminamos -neurólogo incluído en Cirugía vascular.

-¿Señora, ha venido usted sola?
.- Si, dije yo sin haber perdido aún la calma.
Los dos médicos se miraron y después el de Cirugía Vascular me dijo:

.- Pues no nos queda mas remedio que decírselo: Se está usted muriendo.

Quienes hayan pasado por este trance, podrán contar innumerables tipos de reacción dependiendo de su carácter y circunstancias vitales, En mi caso fue de incredulidad. Yo sé que lo que voy a decir a continuación puede resultar cómico; en el fondo creo que lo es. Pero me dió por pensar que estaba
soñando: "He debido quedarme dormida en la sala de espera o bien ni siquiera he salido de mi casa, aún no he ido al hospital y esto es un sueño". Bueno, pues como es un sueño, ¿Por qué no les hago ahora a estos dos señores un strip-tease o les bailó Cabaret? En los sueños pasan estas cosas. El caso es que los dos médicos debieron darse cuenta por mi expresión de que no me había "coscado" bien del asunto y me dijeron casi a dúo Señora ¿Se da usted cuenta de lo grave de la situación? Y además no vamos a ocultárselo, puede usted morirse en cualquier momento ya que tiene obstruída la carótida en un 85% y la subclavia izquierda en un 70%. ¿No tiene usted vértigo, ni visión doble,o borrosa? Yo les dije a todo que no y volvieron a mirarse. Media hora mas tarde, fuera ya de la consulta, la verdad cayó sobre mí como una losa. En Mayo me operarían y estábamos en Marzo.

El médido había dicho :"Procure arreglar todos los papeleos que tenga porque esto va a salir muy bien ¡Lo hacemos todos los días!, pero si sale mal y se salva...no va a quedar usted para firmar nada...."

En tres meses tuve que hacerme a la idea de que podía no llegar a cumplir años en Junio, ni cumplir ninguno de mis planes, ni volver a ver a...¡tantoas personas y cosas! Hice testamento, arreglé todas las cuentas de banco, revisé todos los temas que tenía pendientes... Después dejé un sobre rojo con instrucciones de qué hacer si ...si la cosa salía mal.

En aquel tiempo aún no había visto la luz la película de Isabel Coixet "Mi vida sin mí" pero el argumento mas o menos es lo que yo viví en esos tres meses. Casi dos años después me enteré de que a Joaquín Sabina le había pasado algo así y cómo le había dominado una larga depresión que le mantuvo alejado de la creación artística, Me dio mucha pena porque yo he pasado por lo mismo anímicamente, con el agravante de que a mí me tuvieron que operar pero lo peor tal vez no es eso, sino el cambio que da tu vida: Yo siempre he hecho mucho deporte, vida al aire libre y no fumo. ¿De qué me ha valido hacer vida sana? Puede que se den estos casos por herencia genética o ¿Quién sabe? El caso es que esto que llaman "la muerte silenciosa" ya que no avisa, cambia tu vida: medicación para siempre, dieta sin grasa ni sal, una vida con limitaciones... pero sobre todo como decía Sabina en la entrevista y que fue lo que mas me emocionó fue su frase de "Ya siempre te queda el miedo...." ¿A qué? A que se repita y esa vez no es ya que uno se muera, eso lo tenemos que tener asumido sino a "No quedarte como para no poder firmar nada".

Bien, espero vuestros comentarios. Seguro que muchos habeis pasado por una experiencia así. La parte buena es que ya no vive uno con tanta ambición, estrés y agobio.Hay que vivir el día a día, como si mañana no fuésemos a estar ya aquí y por lo tanto, hay que tratar de ser feliz, hacer felices a los demás y dejar un buen recuerdo.